Una vecina de nuestra ciudad formuló una denuncia ante autoridades policiales por la existencia de perros que, si bien tenían propietario, deambulaban por el vecindario causando alarma en algunos vecinos. La presentación puso en marcha un expediente por una causa contravencional que se tramitó en el Juzgado de Paz local, donde se iniciaron actuaciones para determinar a quien pertenecían los animales.
La pesquisa permitió reunir pruebas e identificar a OFV, quien fue acusado de cometer una falta prevista en el Artículo 43 del Código Contravencional rionegrino, que define a la figura de “custodia de animales”.
El propietario aceptó su responsabilidad, pidió disculpas por la situación y solicitó acogerse al beneficio de una probation prevista en el mismo código.
Efectivamente, OFV se acogió a ese beneficio y además ofreció un “pedido de disculpas en todo aquello que la pudiera haber molestado a la denunciante” y también se comprometió a “reforzar las medidas de seguridad” para evitar que los perros escapen de su propiedad.
El magistrado consideró que, tal como lo expresaban las partes, estaban dadas las condiciones necesarias para conceder el beneficio solicitado, por lo que dispuso otorgarle el beneficio al dueño de los canes por un lapso de seis meses.
En este marco, le ordenó, como se comprometió, a reforzar “las medidas de seguridad” para que sus mascotas “no se escapen de su domicilio y que no afecten de forma directa o indirecta a todo miembro de la comunidad en su integridad psicofísica”.
Además deberá fijar domicilio y someterse a la supervisión del Juzgado de Paz. En la resolución también le informó al acusado que si es condenado por cometer otra contravención, o cuando “incumpla en forma maliciosa y/o reiterada las reglas de conducta impuestas”, tendrá continuidad la causa contravencional.
La probation es un mecanismo legal que busca “brindar soluciones rápidas a los problemas vecinales cotidianos y evitar su escalada hacia confrontaciones que puedan alcanzar mayor gravedad por consiguiente procurar una herramienta de pacificación social”, expresa la resolución del juez Enzo Espejo.
Agregó que tal posibilidad tiene por finalidad “la adaptación de la persona a las condiciones de la vida en una comunidad jurídicamente organizada, necesarias para la realización individual y social, asumiendo la responsabilidad de sus acciones y la reparación del daño que han provocado”.
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