Puntualizó que el principal problema que los distancia es que EVD -como identifican al acusado- “no aceptó nunca su orientación sexual”, y que “desde muy niña sintió su desinterés y falta de empatía”.
La muchacha aseveró que entonces asistió a una entrevista de trabajo, pero que demorarían en llamarla. Sin embargo, el hombre no lo aceptó e iniciaron una nueva discusión que se fue poniendo cada vez más agresiva.
Pero como sabe que “es una persona muy violenta, lo que ya lo demostró en otras oportunidades”, optó escapar de la casa “por su propia seguridad” y se refugió en la casa de su hermana. Ese mismo día presentó la denuncia.
El titular de la del Juzgado de Faltas de nuestra ciudad, Enzo Espejo sostuvo al evaluar el caso que “del testimonio de la víctima, el cual es especialmente valorado, se desprende que los vínculos intrafamiliares se encuentran afectados por actos de violencia”.
Destacó en este sentido que, en base a lo referido por la joven, que su padre “es una persona muy violenta” y que por eso escapó del hogar.
El magistrado agregó que se advierte “la existencia indicadores de riego vinculados con la situación de vulnerabilidad de las mujeres, diversidades y/o disidencias, Identidad de género y orientación sexual”.
Mencionó incluso que hay un antecedente por actuaciones iniciadas en 2023 que se tramitaron en el Juzgado de Familia 11 de Cipolletti, las que actualmente se encuentran archivadas.
Por eso consideró Espejo que se advierte que “de continuar con el estado de cosas tal cual se encuentran, la joven ( ) continuaría bajo un riesgo potencial en su integridad psicofísica, haciendo temer un desenlace incierto”, por lo que “es necesario prevenir ante la presunción de que hechos de la misma naturaleza o quizás de una gravedad mayor puedan volver a ocurrir”.
Medidas cautelares
Bajo estos argumentos y para proteger a la denunciante dispuso una serie de medidas cautelares por el término de 90 días, plazo que dependerá de lo que resuelva el Juzgado de Familia de Turno, al que eleva las actuaciones para que determine lo que corresponda en el marco de la ley 3040, de violencia familiar.
Entre las reglas de conducta, le prohíbe a EVD acercarse a su hija a menos de 500 metros, ya sea se encuentren en lugares públicos o privados. Tampoco debe producir incidentes, proferir agravios, realizar actos molestos o de hostigamiento o efectuar reclamos personales de cualquier índole y por cualquier medio, como mensajes de texto o redes sociales.
La resolución judicial además le ordena al hombre realizar “de manera obligatoria tratamientos psicoterapéuticos mediante “programas reflexivos, educativos, de prevención y erradicación de la violencia familiar, a fin de internalizar su responsabilidad, abandonar y deslegitimar sus comportamientos violentos”. Para ello tendrá que concurrir al servicio de Salud Mental del hospital de Cinco Saltos o en centro de salud más cercano.
También dispone para la chica asistencia médica o psicológica brindada por el sistema público o por organismos no gubernamentales especializados en la prevención y atención de la violencia familiar, y le sugiere el hospital local.
El dictamen le advierte al padre que en caso de incumplimiento de las pautas será acusado de desobediencia de una orden judicial con la intervención del Ministerio Público Fiscal.
Además, les anticipa a padre e hija que ante el Juzgado de Familia deberán acudir con el asesoramiento de un abogado privado o bien requerir un defensor oficial gratuito.
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