Un hombre fue detenido sospechado de ser el autor de los brutales homicidios a puñaladas de Stella Maris Natalini y su madre Lidia Tapia, ocurrido el jueves 12 en el barrio 400 Viviendas de Cipolletti.
Fuentes del Ministerio Público Fiscal informaron este domingo que la detención se produjo el sábado por la noche y que es un vecino de las víctimas, que tenían 63 y 87 años de edad.
Se destacó que durante los dos días posteriores al hecho, referentes del Ministerio Público y de la Policía de Río Negro a través de todas sus áreas de investigación, trabajaron en el análisis y cotejo de evidencia. En ese marco, a partir de los resultados obtenidos se detuvo a un hombre mayor de edad, vecino de las mujeres salvajemente apuñaladas.
Mañana lunes se le formularán cargos al sujeto, que tendría alrededor de 40 años, mientras que durante este domingo se seguía trabajando con los indicios obtenidos para «robustecer el sustento probatorio que será fundamento de la imputación».
Las 48 horas de investigación previa incluyeron allanamientos, levantamiento de muestras biológicas y de distintos tipos de huellas en el lugar del hecho. Se entrevistó a más de 50 testigos, se secuestraron cámaras de seguridad tanto públicas como privadas y se efectivizó la autopsia, entre otras medidas.
El informe preliminar determinó que ambas mujeres recibieron “múltiples heridas de arma blanca”, todas ubicadas en el tercio superior del tórax. La causa de la muerte, en tanto, habría sido “en la mujer mayor una lesión pulmonar y en su hija una lesión cardíaca”. El estudio registró en la más joven “signos de defensa” pero aclaró que ninguna de las dos “tenía otros golpes”.
La investigación por el brutal crimen de las vecinas, que eran muy apreciadas en el barrio por sus obras de solidaridad sobre todo con gente en situación de calle, tuvo entre sus puntos de partida el hecho de que la puerta de acceso al departamento que ocupaban en el primer piso de la Tira G del Módulo 20, no estaba forzada.
Era alguien conocido, quien ingresó por la confianza de Lidia y Stella Maris. El abanico se empezó a cerrar y se redujo hasta dar con la persona detenida, que habría actuado en soledad.
En principio se apuntó a un lavacoches o trapito. El sábado se habían realizado dos allanamientos en domicilios de Cipolletti en el que secuestraron “un importante número de elementos que serán analizados y cotejados con la totalidad de las muestras biológicas y de los distintos tipos de huellas que se recabaron en el lugar del hecho”. Además se avanzaba en la correcta identificación de aquellas personas que habitaban las propiedades allanadas en el marco de una de las hipótesis sostenidas en la investigación del hecho.
Trascendió que esa pista había quedado de lado como resultado de la serie de pesquisas y que se puso en foco a alguien más cercano en su cotidianeidad. En cuanto al móvil, persiste la línea del posible robo, planteada inicialmente. Aunque no descartaban otras hipótesis.
Las víctimas fueron halladas el jueves por la tarde, pero se presumía que el feroz ataque a cuchilladas habría ocurrido algunas horas antes.
La autopsia reveló que encontraron en Stella Maris, la hija, “más signos de defensa” y que ninguna de las dos “tenía otros golpes”.
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