A pocas horas del dobe crimen con sello mafioso ocurrido en laq zona rural de General Roca, los investigadores lograron identificar a una de las víctimas, un joven hijo de un conocido capo narco que también fue acribillado por encargo hace varios años.
La otra persona muerta, sería un delincuente de Neuquén, pero aún no lograron identificarlo, en tanto que el auto tenía pedido de secuestro por robo en Cipolletti el año pasado.
El crimen, que presenta claros indicios de un ajuste de cuentas mafioso, tuvo lugar en el área rural, cerca del barrio Chacramonte, en la calle Lacar, a unos metros de la intersección con Adaro, al sur de la ruta 22.
La escena del crimen fue descubierta por un peón rural quien, al pasar por el lugar en la madrugada, alertó al 911 sobre la presencia de dos hombres muertos, tirados en el suelo junto a un Toyota Yaris marrón. Al llegar, la Policía encontró las puertas delanteras del vehículo abiertas y los cuerpos a ambos lados del auto, con múltiples heridas de bala.
Según los peritos, las víctimas no sólo presentaban signos evidentes de ejecución, sino que las circunstancias del crimen sugieren un ajuste entre miembros de una misma banda delictiva, involucrada en actividades de narcotráfico y otros delitos en la región.
Una de las víctimas, que fue encontrada del lado del acompañante del auto, tenía un destornillador en la mano. A simple vista, los dos tenían disparos en la cabeza, y en otras partes, lo que indica que fueron fusilados.
Ajuste de cuentas entre integrantes de una banda
Las víctimas del doble homicidio están vinculadas a un contexto de violencia, antecedentes de robos y uno de ellos ligado al narcotráfico, por ser hijo de un reconocido dealer asesinado en la zona norte de Roca en 2015: Nicolás Cabezas, hijo de Sergio Fabián Cabezas fue acribillado cuando salía de su comercio en la calle San Juan y su familia lo esperaba en el auto. Esto refuerza la hipótesis de que el crimen está relacionado con una disputa interna entre facciones de la misma banda delictiva.
La segunda víctima, cuya identidad aún no fue confirmada y se esperan los resultados de la autopsia, se sospecha que podría ser un hombre oriundo de Neuquén, aunque su vinculación con el entorno criminal local aún está bajo investigación.
Los investigadores apuntan a que ambos asesinatos podrían haber sido ajusticiados como parte de un ajuste de cuentas dentro de esta red delictiva.
El Toyota Yaris, que inicialmente se pensó que podría haber sido de procedencia bonaerense, resultó tener las chapas patentes cambiadas. Un análisis más profundo de la Policía Criminalística detectó que el auto había sido denunciado como robado en Cipolletti el año pasado. Esto refuerza la teoría de que el vehículo era utilizado por la banda para llevar a cabo sus actividades delictivas, lo que indica una posible conexión con otros hechos criminales en la región.
Las autoridades continúan trabajando en la investigación para esclarecer los móviles del doble homicidio. Si bien se manejan diversas hipótesis, la más fuerte es que se trata de un ajuste de cuentas entre facciones de la misma organización delictiva, que mantiene una lucha interna por el control de los territorios y las actividades ilegales en la región.
En el lugar trabajó el personal del Gabinete de Criminalística de la Policía de Río Negro que siguieron las ordenes emitidas por la fiscal Jefe Graciela Etchegaray y las fiscales Julieta Villa y Gimena Ducca.
Además, estuvo presente el ministro de Seguridad, Daniel Jara y el Procurador General, Jorge Crespo. El Ministerio Público dispuso el traslado de los cuerpos a la morgue de Roca, donde se practicarán las autopsias correspondientes y el auto a la Regional II, donde se realizarán más pericias.(mejorinformado y rnqnnoticias)
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