El gobierno nacional rechazó la solicitud de Río Negro y Neuquén de provincializar las rutas nacionales 22 y 151, lo que impide a ambas provincias asumir el control de estas vías claves para el desarrollo regional. Ante la negativa, el ministro de Obras Públicas de Río Negro, Alejandro Echarren, afirmó que ahora la prioridad será insistir en que se retomen las obras inconclusas y se realicen los trabajos de mantenimiento necesarios.
«Nos han informado que no cederán la administración de las rutas. En este contexto, lo que nos queda es hacer fuerza para que las obras que quedaron pendientes se retomen cuanto antes», sostuvo Echarren.
Este pedido de provincialización había sido impulsado por los gobernadores Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa, quienes venían expresando su preocupación por el deterioro de las rutas y la falta de avances en las obras prometidas.
Obras paralizadas y dificultades contractuales
Echarren explicó que la situación de la Ruta Nacional 22 es particularmente crítica, ya que el proyecto lleva más de 15 años sin concluirse, lo que generó complicaciones para reactivar los contratos con las empresas constructoras. «No es sencillo renegociar contratos de obras que llevan tanto tiempo paradas, sobre todo porque las empresas están en una situación financiera delicada», advirtió el ministro en declaraciones a FM La Súper.
En cambio, la situación es distinta con otras obras más recientes, como las de la Ruta 151 o la rotonda en la intersección de las rutas 22 y 251 en Choele Choel, que, según Echarren, tienen mayor viabilidad para ser retomadas. Actualmente, las autoridades están evaluando la posibilidad de reactivar algunos tramos de la Ruta 22.
La negativa de Nación a ceder el control de las rutas genera preocupación por el estado actual de la Ruta 22, que según el ministro rionegrino, está al borde del colapso debido al crecimiento económico en la región, impulsado por la actividad petrolera en el Alto Valle. «El desarrollo de Vaca Muerta está generando un aumento del tránsito pesado que afecta gravemente las rutas», comentó Echarren, quien destacó que las rutas provinciales, como la Ruta 65, están recibiendo un flujo de vehículos que no estaba previsto, lo que acelera su deterioro.
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