El Concejo Municipal de Campo Grande sancionó una ordenanza a partir de la cual se establecen una serie de controles, multas y secuestro de rodados si fuese necesario, que provoquen ruidos molestos, ya sea por caños de escapes o parlantes a todo volumen, que transiten por la vía pública.
La ordenanza ya entró en vigencia y se ajusta a lo previsto por las leyes Nacional de Tránsito y la Provincial n° 1.550 que obligan a los vehículos a adecuarse “a los límites sobre emisión de contaminantes, ruidos y radiaciones parásitas”.
Los caños de escapes libres, sin atenuadores, o que emitan gases, los rodados en mal estado, cargas defectuosamente aseguradas en su traslado, aceleradas o frenadas bruscas sin justificación, calentar o probar motores a altas revoluciones, son algunas de las infracciones que regula la nueva ordenanza.
Los métodos de medición se basarán en normas IRAM específicas para ruidos molestos y se realizarán en lugar y horario a criterio de la autoridad de aplicación, si es necesario, se acudirá a la fuerza pública.
Para recuperar el rodado, el infractor deberá abonar la multa que corresponda más los cargos generados por el acarreo y guarda, solamente podrá retirarlo el titular y, si éste tiene domicilio en Campo Grande, no deberá adeudarle nada al municipio, además, deberá proveer el repuesto homologado, caño de escape habilitado u original y reemplazarlo en el lugar, a su exclusivo costo.
Las multas económicas, previstas en la ordenanza, se calcularán y ajustarán en base a “unidades” equivalentes, cada una, al valor de 20 litros de nafta súper de una estación de servicio específica.

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