El título es fuerte, no cierto??…..
Más fuerte es la realidad que viven los vecinos de Contralmirante Cordero en lo relacionado a la (in) Salud Pública y la ausencia de medios para salvar vidas, cómo si eso se tratara de algo insignificante.
Varios casos vienen ocurriendo desde hace mucho tiempo en relación a la pésima y nula infraestructura que tiene Cordero y Barda del Medio, dónde los vecinos están abandonados a su suerte si tienen un problema de salud grave o semi grave, y ni hablemos si tiene que atenderse por algún motivo que no reviste gravedad.
Todavía este municipio usa el sistema de “salitas”, que lo único que ofrece son cuatro paredes y alguna asistencia cuándo se tiene la suerte de que haya alguien en el lugar.
Todavía los vecinos deben apelar a la suerte de que haya una ambulancia y que esa ambulancia tenga al chofer disponible….pero la suerte, muchas veces, es esquiva. Que lo sea esquiva en un solo caso, ya es una enormidad.
Y le ocurrió a Don Pino, vecino muy conocido y apreciado por todos, el sepulturero del Cementerio de Cordero quién se descompensó cuando terminaba de hacer su trabajo en el funeral de otro vecino.
Y fue el propio chofer de la empresa funeraria el que lo tuvo que asistir, con una reanimación que duró más de 40 minutos, dónde don Pino se despertó dos veces, y a la que la segunda dijo “basta, dejame ir”…..En ese lapso de tiempo la ambulancia no llegó (llegó después), hasta que su tardanza hace que quede la misma pregunta que se hacen todos hoy mismo: si la ambulancia llegaba ni bien se la llamó, es probable que nuestro sepulturero, amigo de todos, estaría con nosotros?.
Y digo es probable porque puede haber fallecido de todas formas, pero qué sentirá la familia en éstos momentos al ver lo que ocurrió?. Saquen sus propias conclusiones.
Otro más, otra víctima más para la comunidad, y otra menos, otra persona menos, para quienes deben hacerse cargo de brindarle a toda esa comunidad el servicio mínimo que el derecho humano tiene: atención médica y de urgencia en tiempo y forma.
Hasta cuándo seguirá Cordero y Barda aceptando esto?. Se seguirá aceptando que siga muriendo gente que se transforma en estadísticas y recuerdos?. Se seguirá aceptando que las familias queden destruidas por las pérdidas y con la inmensa duda de si se podría haber salvado?.
Por qué empujaron a los vecinos a «ver si hay suerte»?. Son o se hacen?
Ya son varias las personas que deberían haber recibido asistencia de manera inmediata y correcta, al menos en los últimos instantes de sus vidas, porque, por ejemplo Don Pino se fue sintiendo y viendo que su vida no valía nada para quienes dicen velar por la vida de los demás ni tampoco para quienes dicen trabajar para mejorarle la vida a la gente.
Nos empeoraron y empeoran la vida permanentemente, ese es el gran logro de la Gestión de Salud Pública.
Son todos una vergüenza. Acá no se salva nadie. Sigan contando muertos, ésto en algún momento lo van a pagar, y en efectivo.

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